Ventajas de los restaurantes para bodas
Costes, ubicación y comida
Los restaurantes para bodas pueden diferenciarse de las fincas en diferentes aspectos. Según el tipo de celebración que estéis pensando hacer, una opción u otra será con diferencia la mejor.
Empecemos por las distancias. Evidentemente casarse en una finca implica que tengáis que desplazar a todos vuestros invitados lejos de la ciudad, mientras que en un restaurante el acceso siempre es más fácil y sin necesidad de recorrer kilómetros.
Estar lejos de la ciudad implica que deberéis contratar un servicio de autobuses. Esto es un sobre coste que será obligatorio si queréis evitar que vuestros invitados no abandonen pronto la fiesta. La ubicación de los restaurantes de bodas como por ejemplo Aura, estamos en el centro de la ciudad y además disponemos de aparcamiento, tranvía y servicio de taxi. Vuestros invitados se sentirán más seguros y disfrutarán de la fiesta hasta el final si tienen este tipo de opciones, además a vosotros no os supondrá ni un sobre coste ni una preocupación.
Es muy probable que si organizas tu boda en un finca, algunos de los invitados de mayor edad, con algún problema de movilidad o con niños, consideren que es demasiado lejos y les suponga un problema asistir. Cuando celebras tu boda en un restaurante diseñado para bodas, nadie duda que los accesos y las facilidades están aseguradas y es más fácil confirmar asistencia.
Otro de los temas importantes y que debes tener en cuenta, es la cocina y el servicio de comida. La principal diferencia en este caso, es que las fincas cuentan con servicio de catering, mientras que los restaurantes de bodas tienen su propia cocina. El servicio de catering suele preparar con antelación los platos y llevarlos a la finca para darles allí mismo el último toque de calor. En el caso de la gastronomía de un restaurante, los platos se elaboran al momento.
En cuanto a los costes, se puede intuir que casarse en una finca puede implicar algún que otro gasto extra.